domingo, 18 de mayo de 2014

Tengo un sueño.

Actualmente en España es imposible compaginar estudios y deporte de alto nivel. Somos muchos los jóvenes españoles que desearíamos tener la oportunidad de obtener un título universitario sin dejar de optar a la consecución de logros deportivos profesionales.
Sin embargo, el sistema universitario estadounidense no solo lo permite, sino que lo potencia. Existen miles de becas universitarias para deportistas y esta doble condición estudiante-deportista es reconocida y mimada. Se coordinan las facetas académicas y deportivas de tal forma que interfieren entre sí lo menos posible.
Desgraciadamente, la única opción que aquí nos queda, al margen de abandonar una de las dos facetas, es optar a una de estas becas deportivas para estudiar en Estados Unidos sin abandonar nuestras aspiraciones deportivas. Recientemente, el que probablemente sea el mejor deportista español de todos los tiempos, Rafael Nadal, declinó recibir un título honoris causa alegando, desgraciadamente con la razón y franqueza que le caracterizan, falta de base académica para tal mención. Yo tengo el sueño de que esta situación no se vuelva a producir.
Por: Paloma Sánchez.


Tras leer esta carta al directo, ¿qué podemos pensar? Para aquellos amantes del deporte tienen en nuestro país solo dos opciones: uno, dejar los estudios o el deporte; y dos, optar por la beca estadounidense.¿Es justo....
...tener que dejar los estudios?
...tener que abandonar tus sueños?
...no tener la oportunidad de formarte en tu propio país?

Bien es cierto que aquel que algo quiere, algo le cuesta pero no todos tenemos ni el dinero, ni el tiempo ni los medios necesarios para poder alcanzar solos nuestros objetivos.

La de buenos deportistas que se habrán quedado por el camino por este simple hecho.


Algunos piensan que el deporte es una mera pérdida de tiempo, únicamente para el ocio. Esta mentalidad es la que imposibilita que en España podamos ofrecer estudios complementarios al ejercicio físico a nuestros alumnos y lo que no saben es que, además, el deporte aumenta la concentración en el estudio, entre otros beneficios. Incluso es, como todos conocemos, bueno para la salud. Por ello, ¿es justo renegar a una generación de jóvenes al sedentarismo y a la centralización de su futuro en carreras que no aman? Trabajadores sin fuerzas y sin alegría es lo que crea esta inexistencia de estudios.

Es algo en lo que podríamos reflexionar.

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