A lo largo de la historia de nuestra educación desde el siglo pasado, hemos podido observar como en nuestros itinerarios escolares se infiltraba alguna lengua extranjera. La primera que tuvo más fuerza en nuestras aulas fue el francés, si bien por proximidad geográfica nos hacía un gran favor aprenderla. Pero poco a poco fue tomando fuerza la que hoy es la lengua extranjera más estudiada en todo el mundo: el inglés. Y es que este idioma es considerado como el digno sucesor del esperanto, aquel idioma inventado con motivo de poder definir una lengua común en todo el mundo para la mayor facilidad comunicativa entre todos los seres humanos del planeta, ya que su influencia está siendo cada día mayor. Tal es su relevancia que en muchos trabajos piden títulos oficiales que certifiquen su correcto uso y manejo de ella.
En este post queremos hacer una reflexión de la importancia que tiene una buena enseñanza de las lenguas extranjeras en los niños en Educación Primaria. Bien es cierto que la mejor época para que el alumno las aprenda adecuadamente y con mayor firmeza es la infantil, ya que en ella se encuentra la etapa crítica del lenguaje y el cerebro absorbe con mayor fuerza cada palabra y expresión de un idioma.
Cuando se enseña a un niño un segundo o tercer idioma, se le está mostrando una mayor apertura mundial para su futuro. No se cierra al idioma natal y, por consecuencia, a aprender sólo una cultura. Y es que un idioma no son sólo palabras, son expresiones, ideas, valores, vivencias... No podemos negar que es una asignatura bastante importante para los alumnos, por lo que nuestra correcta enseñanza es algo vital para que no queden decepcionados ante ella.
Por una educación más rica.
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