Como bien podemos observar, estamos ante un sistema
educativo que no funciona correctamente.
Los alumnos de hoy en día, memorizan y memorizan para
sacar buenas notas y pasar de curso. El objetivo principal es estar en el curso
más alto, sin tener en cuenta que el objetivo de verdad no es ese, sino
aprender. Aprender los conceptos que se les ofrecen y no memorizarlos durante
algún tiempo corto.
La culpa de esto no solo lo tienen los menores por
adquirir esa técnica de estudio, sino también los profesores que son los que
imponen el sistema tradicional de enseñanza, aquel que consta del típico examen
de siempre, y de intentar conseguir “enseñar”
todos los temas posibles. No, ese no es el camino correcto, el camino
correcto es sentarse a pensar qué es lo que se está enseñando y si
verdaderamente todo lo que se está dando va a ser útil y preguntarse qué pasa
con lo que no da tiempo a explicar, ¿acaso no es importante? ¿No es preocupante
que no se dedique el tiempo suficiente a la lectura y a su comprensión, y que
se dé luego la excusa de que “no ha dado tiempo”?
Esa no puede ser la mentalidad que debe tener un docente
en la actualidad. El docente debe de ser consciente que es lo que se está
impartiendo y si es necesario. No podemos dejar que cosas tan importantes no se
enseñen en la educación. Debemos de inculcarnos que la culpa de los resultados
de las pruebas PISA es por el motivo del sistema educativo que tenemos
actualmente.
No podemos quedarnos de brazos cruzados mientras
entorpecemos el buen rendimiento de los alumnos, debemos de buscar soluciones
para mejorar este tema.
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